sábado, 1 de diciembre de 2007

Las tartas del Colegio Mayor Peñafiel

¡Oh maravillosos prodigios de la naturaleza!; especies angelicales que hacéis perder el sueño a niños y mayores; imágenes sublimes que lleváis por la calle de la amargura a enfermos, regímenes y diabéticos; creaciones inefables que, todos aquellos que os contemplan, caen rendidos a vuestros pies. ¿Qué tendréis que sois capaces de convertir la tristeza en alegría y una mañana amarga en una dulce tarde de sobremesa?.
Aquí os dejo la última foto de una de estas creaturas pero las hay de chocolate, de hojaldre con fresas y nata, de bizcochos bañados en licor, de crema de manzana, de helado y mouse de limón y un largo etcétera que ocuparían páginas y páginas. Por favor, si las veis, no paséis de largo. Pararos y contemplad su belleza.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

POR MUCHO TIEMPO QUE PASE Y CON MUCHOS ENFADOS DE MI MUJER, TODAVÍA NO HE PROBADO UNA TARTA COMO LAS QUE COMÍ EN EL COLEGIO MAYOR PEÑAFIEL. VEO QUE HAY QUE COSAS QUE NO SE PIERDEN...

Anónimo dijo...

Creo que mis problemas de colesterol vienen de lo bien que comí durante mi estancia en el Colegio Mayor Peñafiel,
José Manuel

Anónimo dijo...

Vaya con el poeta que llevaba dentro Il Gran Tino... Un abrazo y ¡qué recuerdos de las meriendas del Colegio Mayor Peñafiel!
Eugenio