viernes, 23 de abril de 2010

CUIDADOS PALIATIVOS Y BUENA MUERTE



Copio una entrevista publicada en la Vanguardia (10 de abril) a Julio Gómez, médico especialista en cuidados paliativos:

—Si yo fuese un enfermo terminal, ¿qué haría usted?
—Ayudarte a vivir bien hasta el último minuto.

—¿Cómo puedo vivir bien sabiendo que voy a morir? —Si aceptas lo inevitable y yo te palío lo evitable, vivirás bien hasta el final, con dignidad.

—¿Qué es lo evitable?
—El dolor total.

—¿Qué es el dolor total?
—Una suma de dolor físico, dolor psíquico, dolor social y dolor espiritual. Paliémoslos: en eso consisten los cuidados paliativos.

—¿Desde cuándo la medicina los ofrece?
—En España, sólo desde los años 80. Antes, el médico veía a la muerte como enemiga: si no podía curar, el médico se sentía fracasado. “No hay nada que hacer”, sentenciaba, y abandonaba al enfermo a su suerte. Lo desahuciaba. El médico está entendiendo que, más allá de curar, puede cuidar al enfermo desde el diagnóstico hasta la muerte. Lo dice el filósofo Francesc Torralba: “Hay enfermos incurables, pero ninguno incuidable”.

—¿Cómo me paliarán el dolor físico?
—Hay analgésicos idóneos, hay morfina.

—Si la morfina merma mis facultades, ¿me compensaría usarla de todos modos?
—Te preguntaría siempre antes. Hoy podemos dosificar la morfina de modo que palíe tu dolor físico con el mínimo embotamiento cognitivo. El otro día reduje la dosis a un enfermo porque vi que había alcanzado una serenidad natural que lo permitía.

—¿El estado psíquico determina el físico?
—Sí. El dolor psíquico – angustia, ansiedad, tristeza, ira, miedo…- alimenta el sufrimiento, sensibiliza, incrementa el dolor total.

—¿Y cómo se palía ese dolor psíquico?
—Acompañando al enfermo, permitiendo que se permita expresar rabia, tristeza… ¡Sólo así podrá llegar a aceptar su situación! Ese enfermo quiso hablar con familiares, expuso deseos, se reconcilió consigo mismo…

—Me hablaba de dolor social: ¿qué es?
—El derivado de perder tus roles sociales anteriores, a causa de tu enfermedad.

—¿Cómo puede paliarse ese dolor?
—Un enfermo entendió lo mucho que podía enseñar a sus hijos (o nietos) con su actitud ante la enfermedad y la muerte: ganó para sí un rol social, ¡y un rol muy importante!

—¿Sí?
—Solemos encubrir la muerte. Error. Si de niños vemos al abuelo muerto, ¡sufriremos menos mañana ante la muerte! Los niños aceptan la muerte como natural: ¿por qué inocularles temores, perjudicándoles?

—Me citaba el dolor espiritual: ¿qué es?
—Es el del sentido: “¿por qué?”, “¿por qué yo?”, “¿para qué nacer, para qué vivir?”, “¿para qué todo?”, “¿qué pinto yo aquí?”, “¿dónde está Dios?”. El enfermo terminal se hace estas preguntas, busca un sentido…

—¿Y cómo le ayuda usted ahí?
—Acompañándole en las preguntas: al menos, siempre nos quedarán las preguntas.

—No sé si es mucho consuelo…
—Nada alivia más a un paciente avanzado que comprobar que su médico no se escaquea.

—¿Es más fácil el final para el creyente?
—Morimos como hemos vivido: uno enfrenta de cara las cosas, otro escurre el bulto…

—Diga algo al terminal que nos lea.
—No es que mientras hay vida, hay esperanza, sino que mientras hay esperanza, hay vida. Hay mucho que hacer, desde aplacar tu dolor hasta estar consciente, o ver una película con alguien, compartir una comida, conversar… ¡Te queda seguir vivo hasta el final!

—Cíteme un caso.
A un hombre le preparé para disfrutar de la cena de Fin de Año con sus seres queridos. Luego murió con todos alrededor de su cama, dándole la mano: ¡ver esa foto es emocionante! ¿Puede haber mejor muerte?

—¿Mejor en casa que en el hospital?
—Donde prefiera: disponemos de medios y recursos para que sea en casa, si se desea.

—¿Ha acompañado a alguien querido?
—Mi hija murió con tres años y ocho meses. Nacida con grave discapacidad, estaba hipercapacitada para generar cambios alrededor: despertó la ternura en mí, eso me hizo mejor médico. Yo la cuidé, ella me doctoró.

—¿Hay dolor mayor que ese?
—Quizá no. Tratar a un enfermo terminal es siempre tratar a la vez a sus familiares, a sus cuidadores, para evitar que le transmitan sus angustias. Y otra asignatura pendiente de la medicina actual es el duelo: la mitad de los duelos deriva en alguna patología.

—¿Hubiese usted ayudado a morir al tetrapléjico Sampedro?
—Yo ayudo a vivir al que va a morir, no a morir al que puede vivir. Sampedro no quiso, quiso suicidarse: no era un caso para mí.

—¿Acaso no es la medicina paliativa una eutanasia (“buena muerte”)?
—Los enfermos dicen: “¡Yo no quiero vivir así!”. Bien, cambiemos el “así”, ¡y entonces el 99% quiere seguir viviendo! Con más recursos en medicina paliativa, el debate sobre la eutanasia devendría residual.

—Una dosis muy alta de morfina ¿mata?
—Le sedará, disminuirá sus constantes: moriría usted igual, pero así será más plácido.

—¿Aprende usted algo de sus pacientes?
—Sí: el valor de expresar las emociones, el valor de reconciliarse, el valor de cinco minutos… ¡Ellos son mis maestros! Lo que aprendo de ellos me capacitará un día para aprobar mi propio examen final.

—¿Cómo enfrentará usted su final?
—¡Intentaré que la muerte me encuentre bien vivo!

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Paliar, cuidar Su hija estaba muerta. Dejó que su hermanito Ander, de seis años, la viera. El niño lloró y, mirándole a él, le dijo: “Tú no lloras porque eres médico, ¿verdad?”. Y Julio Gómez rompió a llorar: aprendió que tenía derecho. Hoy es referente en medicina paliativa: bajo la dirección del veterano Xavier Gómez-Batiste, Julio lidera uno – hospital San Juan de Dios de Santurce-de los treinta equipos del programa de la Obra Social La Caixa – 11 millones de euros- para la atención integral de personas con enfermedades avanzadas. De 384.000 personas que fallecen al año en España, 150.000 necesitan esos cuidados, y sólo 40.000 los recibían: disminuyen así sus niveles de ansiedad, depresión e insomnio.

lunes, 19 de abril de 2010

CICLO DE CINE DEDICADO A HOWARD HAWKS

Hoy lunes dará comienzo el ciclo de cine que este mes lo hemos dedicado al gran director polifacético Howard Hawks; las películas que queremos proyectar son las siguientes:


-La fiera de mi niña (1938)


-Sólo los ángeles tienen alas (1939)


-Luna nueva (1940)


-Bola de fuego (1941)


-El sueño eterno (1946)

sábado, 17 de abril de 2010

COLOQUIO CON ROSA TOUS

Rosa Tous Residencia Universitaria Valladolid

Este jueves hemos tenido un coloquio a media tarde con Rosa Tous, directora de Relaciones Institucionales del Grupo TOUS. Las expectativas se cumplieron y tuvimos la oportunidad de escuchar de primera mano cómo ha sido el nacimiento y el desarrollo de la marca del osito. Además se trataron otros temas como la importancia de la comunicación, la logística y la distribución ("un cliente que no encuentre una pieza en una de las tiendas es un cliente perdido porque no va a volver al día siguiente a por ella"). Es una pena que el tiempo se nos echase encima porque quedaron bastantes preguntas en el tintero... esperemos que haya una segunda oportunidad.


viernes, 9 de abril de 2010

IMAGENES PARA EL RECUERDO...

Colegio MAyor Peñafiel ValladolidHe estado revisando el album fotográfico del Colegio Mayor Peñafiel y me he encontrado con una fotografía de la última gran celebración. ¡Qué recuerdos!
Se puede apreciar en el fondo izquierdo de la fotografía la pista de padel en miniatura que fue diseñada y ejecutada por el "Gran Cyber" en sus ratos libres... Espero que esta entrada anime a los encargados de las "Fiestas y Tradiciones" de la Residencia Universitaria a organizar unas cuantas más para que el espíritu no decaiga y nos ayuden a sobrellevar de la mejor forma posible el terrible mes de junio.

viernes, 2 de abril de 2010

TALLER ESCRITURA RESIDENCIAS UNIVERSITARIAS DE VALLADOLID

Residencias Universitarias Valladolid

Quiero felicitar con esta entrada al responsable del "Curso Breve de Redacción"porque pocas veces se ven cursos en la Universidad de Valladolid de tanta utilidad como este taller de escritura.
Una cosa que todos tenemos clara es que cada día necesitamos de esta herramienta para comunicarnos con el entorno. Aprender a escribir bien, evitando las faltas de ortografía y utilizando correctamente las formas y los tiempos verbales, es todo un arte. Además este curso encaja a la perfección en estas tierras por haber sido cuna de maestros tan destacados como Delibes o Jiménez Lozano. Vuelvo a reiterar mis felicitaciones por este curso y espero que haya sido de mucho provecho para los estudiantes de la Residencia.