sábado, 5 de julio de 2014

EL DELICIOSO CARRO DE LAS MARAVILLAS


Hay situaciones que no se pueden describir con palabras. Típica tarde calurosa del mes de junio, ventanas abiertas para disipar el calor, últimos exámenes y los ánimo en estado mínimo. Los residentes ya no bajan al comedor si no que se aproximan lentamente hasta las sillas con la mirada perdida en el infinito y, de pronto, se abre una puerta, aparece un carro y todo lo que era apatía se transforma en júbilo... Entrada triunfal del "Carro de las Maravillas".